Armengol ya quiere huir de Baleares y prepara su candidatura al Congreso para las generales
El adelanto electoral le permite a la más sanchista de los barones socialistas una salida inminente a su derrota
Prohens gana las elecciones en Baleares, suma con Vox una amplia mayoría absoluta y ‘jubila’ a Armengol
El PP de Prohens logra 63.600 votos más que hace cuatro años y 41.200 votos más que el PSOE de Armengol
Tras la derrota en los comicios autonómicos del pasado domingo, a la aún presidenta del Govern, Francina Armengol, le ha venido como anillo al dedo el adelanto de las elecciones generales al próximo 23 de julio anunciado por Pedro Sánchez, y ya prepara su huida de las Islas, encabezando en Baleares la candidatura del PSOE al Congreso de los Diputados.
Después de ocho años al frente del Ejecutivo autonómico, la más sanchista de los barones socialistas, que en este 2023 celebra sus bodas de plata de dedicación a la política, ha encontrado en el anuncio de Sánchez, la excusa perfecta para lograr una rápida salida personal que le permita poner tierra de por medio, para no coger tan siquiera el acta de diputada en la Cámara balear, una vez que se constituya el nuevo Parlament. Un escenario este inimaginable después de estar dos legislaturas al frente del Ejecutivo balear.
Aunque será Sánchez, en primer término, y la Ejecutiva y el Comité Federal los encargados de ratificar esas listas electorales a las generales, a falta de confirmación oficial, Armengol tiene todo a su favor para ser cabeza de lista en la candidatura del PSOE por Baleares en esas elecciones de julio.
A diferencia de lo que sucede en Cataluña, donde el presidente de la Generalitat cuando pierde el puesto tiene con cargo al erario público, una oficina con tres trabajadores, coche de representación con chófer y servicios de seguridad, en Baleares una vez que toma posesión su sucesor, no tiene derecho a prebenda alguna.
Armengol ha sido una adelantada a Sánchez en el diseño de gobiernos Frankenstein que en Baleares puso en marcha en 2015 pactando con independentistas de Més y Podemos, y que posteriormente a nivel nacional, ha imitado el presidente del Gobierno gobernando en coalición con la formación morada y pactando con EH-Bildu y ERC.
A favor de su candidatura también juega el hecho de que, pese a perder el domingo las elecciones autonómicas, el PSOE en Baleares sumó más votos que en 2019. Si hace cuatro años los socialistas lograron ser la fuerza política más respaldada con 116.000 votos, el 28M cosecharon 118.000, si bien Armengol fue superada por el PP de Marga Prohens en 41.200 votos, viéndose también perjudicada por la hecatombe electoral de sus socios de Podemos, que sólo conservaron uno de seis diputados.
De hecho en feudos como Palma, logró casi 3.000 votos mas que el propio alcalde socialista Hila, que también fue derrotado por el PP y dejará la alcaldía el 17 de junio.
Parece ser que Armengol fue la única política de Baleares a la que no le pilló por sorpresa el adelanto de las elecciones generales anunciado por Pedro Sánchez la mañana del pasado lunes, tras la debacle electoral en los comicios autonómicos y electorales.
Seis horas después de la comparecencia del presidente del Gobierno, y sin tiempo para digerir los resultados cosechados en las Islas, reunía a la Ejecutiva del PSIB-PSOE y nombraba el Comité Electoral para esos comicios de julio, algo que ningún partido ha hecho a día de hoy.
Un comité electoral al frente del cual sigue estando su guardia pretoriana con el secretario de Organización , Cosme Bonet, al frente; Silvana González como secretaria de Estrategia Electoral, y el portavoz del Govern y secretario de Ideas y Proyecto Político, Iago Negueruela, que a su vez, será el portavoz de la inminente campaña electoral.
El propio Negueruela en la rueda de prensa posterior ya hacía el primer llamamiento, para rascar votos de sus socios derrotados independentistas de Més y Podemos, instando a la movilización de «todos los progresistas de estas Islas» para unas elecciones «en las que la derecha y la ultraderecha irán juntas en una apuesta por hacer el mayor retroceso en la historia de nuestra democracia».